DESCRIPCIÓN
Ir a Suiza y no probar la fondue debería ser considerado un pecado imperdonable. Es por eso que nos pusimos manos a la obra y, estando en Ginebra, buscamos un lugar donde probar este delicioso plato y que tuviera buenas reseñas. Fue así que dimos con el Restaurante Cafe La Limite en nuestra estancia en Ginebra. Que no engañe la apariencia de «bar de la esquina» ni su nombre. Este lugar sirve unos platos con un sabor espectacular.
Nada más entrar pudimos observar que había sitio tanto dentro del local como fuera. Dado que hacía algo de calor y que dentro había bastante gente, decidimos optar por sentarnos en la terraza. Una decisión acertada, pues se está muy bien y no se pasa nada de calor.
Tras sentarnos nos atienden… ¡en español! Y es que este sitio está regentado por hispanohablantes (tanto de América Latina como de España) lo que hizo que la comunicación fuera más fluida. Aun así, este no es un problema pues pudimos observar que hablaban perfectamente francés e inglés.
Después de traernos la carta (un folio con información de los platos), nos avisaron claramente de que iban a tardar porque tenían bastante gente. Inicialmente es un punto que desmotiva, pues recién sentado no apetece que te comuniquen que vas a tardar en comer… sin embargo esto no fue exactamente así. Tardaron, sí, pero no más que en otros lugares con mucha clientela.
Como hemos mencionado, nos trajeron una «carta» un tanto simple la cual nos explicaron amablemente. Nosotros elegimos dos platos (recordad que estuvimos en Ginebra sin hijos) y fue más que suficiente. Una elección, la fondue, fue más que esperada para la persona que nos atendió. La otra no tanto, pues nos decantamos por la carne caballo. No nos arrepentimos en absoluto.

Como se puede observar en la imagen, todos los platos venían con patatas fritas y ensalada o verduras. A nosotros nos dieron también la posibilidad de la carne de caballo, la cual estaba fuera de carta.
Pero no hablemos más y vamos al grano 🙂
Fondue
Como bien sabéis la fondue de queso es originalmente de Suiza, más concretamente de la zona de los Alpes de la frontera con Italia. No es más que una olla de queso derretido donde se introduce, a través de un pincho, un trozo de pan y se moja directamente. De hecho la palabra fondue en francés significa «derretido». Aunque estas pueden ser también de chocolate y otras cosas, la típica de la que hablamos es la de queso derretido, que a su vez fue la que dio el nombre al plato.
Sus orígenes se remontan al siglo XIX, cuando los pastores calentaban trozos de queso viejo para hacer una comida caliente y contundente. Este plato suele llevar diferentes tipos de queso, ajo, vino blanco y nuez moscada entre otros ingredientes.
A nosotros nos la trajeron con un pequeño hornillo que mantenía constantemente el calor de la olla, lo que hacía que el queso permaneciera derretido sin estar excesivamente caliente. El toque del vino blanco era perfecto y el sabor espectacular. No se puede venir a Suiza y no probar la fondue, y este es un lugar perfecto para hacerlo.

Steak de Cheval
El siguiente plato que decidimos compartir es el de Steak de Cheval o, en español, el filete de carne de caballo. Se trata de un filete de 160 gramos con una salsa densa muy rica. El sabor del caballo es muy potente pero a la vez sabroso. El punto era perfecto de cocción, ni muy hecho ni poco… rojizo en su centro y jugoso. Lo había de más cantidad, aunque para nosotros el de 160 gramos fue más que suficiente, pues era bastante grande.
En el mismo plato venía acompañado de unas verduras hechas al vapor y muy tiernas. A su vez, y en un plato a parte, nos trajeron las patatas fritas. Todo con un sabor increíble.

¿El precio? Pues no fue elevado si tenemos en cuenta dónde nos encontramos. Sumando las bebidas (3 cervezas y un refresco), todo alrededor de los 54 francos suizos, casi la misma cantidad en euros al cambio.

Este restaurante tiene unas cantidades muy buenas, un gran sabor y una buena atención. Su precio no es nada desorbitado para tratarse de Ginebra, una de las ciudades más caras del mundo (la tercera empatada con Nueva York). Un lugar muy recomendado para probar la fondue y gozar de una buena atención.
Curiosisimo restaurante ,que siendo su comidas buenas,abundantes,no caras y además,originales,al menos para los wue no son oriundos.Me maravilla el ver que tenéis un olfato especial para conocer lo mejor, de los lugares donde vais.
Olfateamos… y buscamos 😅