INFORMACIÓN BÁSICA
- Localización: El Real Jardín Botánico lo encontramos en el centro de Madrid, exactamente en Plaza de Murillo 2, junto al Paseo del Prado. Para llegar hasta allí cogimos el tren hasta Atocha y desde ahí es un pequeño paseo de unos diez minutos.
- Pros: Pasear por el Real Jardín Botánico de Madrid es un lujo, además podemos estar bastante tiempo debido a las dimensiones de este, sin olvidar que seguimos estando en el centro de la ciudad. Con el mapa que nos ofrecieron en la entrada pudimos visitar todo el jardín con cierto orden y sin perdernos nada. Hay bastante información en carteles de lo que vamos viendo.
- Contras: Echamos en falta algunos sitios más donde hacer una parada o admirar la belleza del lugar mientras descansábamos, sobre todo cuando hay más afluencia. No cuenta con aparcamiento propio, aunque hay algunos municipales por la zona.
DESCRIPCIÓN
El Real Jardín Botánico (RJB) de Madrid es un lugar de interés botánico e histórico-artístico. Esto de debe a las más de cinco mil especies de plantas que se exhiben de todos los continentes. En sus orígenes el jardín se situaba a orillas del río Manzanares en el año 1755 por orden de Fernando VI, aunque años después, en 1781, Carlos III lo trasladó a la ubicación que conocemos hoy.
Desde su origen ha estado implicado en el estudio, la enseñanza y la difusión de la botánica. Además, presenta un patrimonio cultural, fruto de las expediciones científicas desarrolladas durante los siglos XVIII y XIX, que se conserva en el Herbolario, la Biblioteca y el Archivo.
En 1942 fue declarado Jardín Histórico y está inscrito en el Catálogo de Bienes de Interés Cultural del Patrimonio Cultural Español.
Horario de apertura: 10:00 h todos los días (excepto Navidad y Año Nuevo)
Horario de cierre: 17:30h (de noviembre a febrero), 18:30h (marzo y octubre), 19:30h (abril y septiembre), 20:30h (de mayo a agosto).
Entrada general
• Entrada completa (Visita al jardín y Exposiciones Pabellón Villanueva): 6€. Durante la celebración de «Naturaleza Encendida» asciende a 8€.
• Entrada sencilla (Visita al jardín): 4€Entrada reducida
Estudiantes entre 18 y 25 años, adultos de familias numerosas y mayores de 65 años:
• Entrada completa (con exposición): 3€. Durante la celebración de «Naturaleza Encendida» asciende a 5€.
• Entradas sencilla (sin exposición): 1€Entrada gratuita
Menores de 18 años, desempleados, personas con discapacidad junto a un acompañante, profesores, prensa, personal CSIC, mecenas del RBJ, miembros de la Sociedad de Amigos del RJB, miembros del ICOM, personas de instituciones con CONVENIO con el RJB y todos los martes a partir de las 14h.
Compra tus entradas con antelación en la web del Real Jardín Botánico para no esperar colas.
El Real Jardín Botánico de Madrid se encuentra dividido en zonas fácilmente identificables:
Zona de ornamentales
En primer lugar, en esta zona nos deleitamos y disfrutamos con todos los sentidos. Según el mes que vayáis podéis disfrutar de un tipo de flores u otro. Por ejemplo, en enero se puede disfrutar de la floración de los eléboros, los narcisos y azafranes; en marzo, de jacintos, camelias y magnolios; entre marzo y mayo los tulipanes tapizan el suelo; en abril y mayo, admiramos lirios, peonas y rosas; finalmente, en los meses más calurosos aparecen las dalias.
Huerto y Frutales
En la siguiente zona del jardín se exhiben algunas especies de gran relevancia en la historia de la humanidad, las plantas relacionadas con la agricultura. Tiene una función didáctica, ya que no se recolectan los frutos que se cultivan, sino que se dejan crecer para que se puedan ver todas las fases de crecimiento. Justo al lado encontramos hoteles de insectos que se han colocado para atraer polinizadores. La época ideal para disfrutar de esta parte del Real Jardín Botánico es en primavera y verano, pues la mayoría de plantas están en floración o fructificación.
Grandes árboles singulares: testigos de la historia del jardín.
Siguiendo con el recorrido nos encontramos, dispersos por todo el jardín, grandes árboles singulares los cuales los identificamos por su gran porte y un cartel explicativo de cada uno de ellos. Pudimos ver, por ejemplo, un ciprés llamado «abuelo» pues es uno de los ejemplares de mayor edad o un olmo del Caúcaso que es el más alto de Real Jardín Botánico.
Invernadero Santiago Castroviejo
A continuación accedimos al invernadero de Castroviejo cuyo interior alberga tres departamentos que representan distintas zonas del planeta. Esta zona del Jardín es de visita obligada en cualquier época del año, debido a que siempre mantiene las condiciones adecuadas para las especies que hay expuestas.
- Departamento desértico
Esta primera parte del invernadero presenta plantas de zonas áridas como son cactus, euphorbias o plantas piedra. Los desiertos son el ecosistema más extenso del planeta ocupando casi un tercio de la superficie. Se caracterizan por las escasas precipitaciones de la zona es por ello que todas estas plantas se parecen en algo: la suculencia.
- Departamento subtropical
El clima subtropical predomina en los territorios situados entre los trópicos de Cáncer y Capricornio. En esta zona encontramos una representación de la flora de Canarias, así como otras especies como el cafeto arábigo o plantas comestibles. En este departamento las plantas se dividen en tres zonas: la izquierda contiene ejemplares traídos de la laurisilva y de otras partes de las Islas Canarias; la central una colección de cícadas; y por ultimo, a la derecha vemos plantas comestibles.
- Departamento tropical
La zona tropical del planeta es la región con mayor biomasa vegetal y biodiversidad debido a que tiene unas condiciones óptimas para el crecimiento vegetal. Esto es a causa de las temperaturas altas durante todo el año, lo que provoca un elevado flujo de evaporación desde el suelo que genera una humedad ambiental muy alta. A lo anterior también se añade una zona de bajas presiones constantes llamada «zona de convergencia intertropical» y precipitaciones constantes e intensas durante la mayor parte del año.
Así pues, pudimos ver plantas tropicales como orquídeas, heliconias o bromelias.
Estufa de Las Palmas
También llamado «Invernadero de Graells», se construyó en 1856 bajo la dirección de Mariano de La Paz Graells. Su estructura de hierro forjado permanece desde entonces. El invernadero solo contaba con calefacción por un sistema de «gloria», es decir, unos canales bajo el suelo tapados con rejas de hierro fundido los cuales se llenaban de estiércol. Su fermentación elevaba la humedad y la temperatura ambiente, aunque en la actualidad ya no se usa este sistema.
En este lugar encontramos sobre todo palmeras, helechos arbóreos y ejemplares del género Musa (plátanos).
Terraza de los Bonsáis
Hemos de decir que si os gusta el arte del bonsái os recomendamos no perderos esta parte del Real Jardín Botánico pues aquí se exhibe la colección más importante de España, debido a la calidad y diversidad de sus ejemplares. Esta colección fue donada por el expresidente Felipe González, aunque se han ido sumando algunos nuevos ejemplares más.
Tal como dijimos anteriormente con el invernadero, es interesante su visita en cualquier época del año, ya que los ejemplares caducifolios aportan variaciones espectaculares en las diferentes estaciones del año.
Estanques de plantas acuáticas
Hay varios estanques en el jardín como son el Estanque de plantas acuáticas, el Estanque de la Noria o el Estanque de los Bonsáis. En ellos encontramos plantas autóctonas de la Península Ibérica, así como como otras alóctonas pero que están presentes en nuestros ecosistemas. La mejor época para visitar esta zona es el verano, además si os fijáis bien podéis ver alguna que otra rana camufladas entre los nenúfares.
Pabellón Villanueva
Esta bonita construcción que nos encontramos de frente al fondo del Real Jardín Botánico es del siglo XVIII. Fue erigida según los planos de Juan de Villanueva como invernadero aunque actualmente es una sala de exposiciones donde se exponen diferentes exposiciones temporales de las que disfrutar. Para acceder al edificio necesitáis la entrada combinada de «Visita al Jardín y exposiciones del Pabellón Villanueva».
Para finalizar nuestra visita, pudimos caminar y disfrutar de algunos de los paseos que tiene marcado el Real Jardín Botánico como son el Paseo Bajo de Gómez Ortega y estatuas de botánicos ilustres, el Paseo de Mutis, el Paseo de los Olivos, el Emparrado Norte o el Emparrado Sur.
Tampoco os perdáis colecciones de bastante interés como la de Bulbos y plantas de rocalla, la de plantas suculentas o el jardín de invierno entre otras.
Aunque nosotros fuimos en verano, recomendamos muchísimo visitar el Real Jardín Botánico de Madrid en época navideña, pues se celebra la Navidad con una propuesta de ocio llamada «Naturaleza encendida», toda una experiencia inmersiva en un espacio natural. Se trata de millones de puntos de luz iluminando el jardín, lo cual crea una aventura única en un paseo lleno de magia y diversión para todos los públicos, pero sobre todo para los más pequeños de la casa.