INFORMACIÓN BÁSICA
- Localización: El Planetario de Madrid se encuentra ubicado dentro del Parque Enrique Tierno Galván, situado en el sureste de la ciudad.
- Pros: Un lugar ideal para visitar en familia de manera totalmente gratuita. Además, si se desea ver alguna proyección tiene un precio bastante asequible.
- Contras: Necesita reinventarse un poco.
DESCRIPCIÓN
Este planetario fue obra del arquitecto Salvador Pérez Arroyo y durante los años 2016 y 2017 fue reformada a nivel tecnológico e instalaciones. Se ubica en el interior del Parque Enrique Tierno Galvan y existen diversas formas para llegar hasta él.
Tal como hemos descrito arriba, el acceso al Planetario de Madrid es gratuito, aunque solo en lo que se refiere a la exposición. Si deseamos ver cualquiera de las proyecciones que se ofrecen, se deberá pagar una entrada. Pero esta no es la única característica que nos ofrece este lugar, pues también se organizan talleres, cursos, visitas escolares e incluso conciertos «bajos las estrellas». Puedes consultar todo el catálogo en su propia página web.
Formas de llegar hasta el planetario:
- Vehículo particular: Existen varias áreas de estacionamiento regulado (zona azul o verde) en calles cercanas. Tenemos algunos en la calle de las Nebulosas, la calle Estrella Denébola o la calle Meneses.
- Metro: La línea 6 nos deja en la estación de Méndez Álvaro, la cual se encuentra a unos 15 minutos andando del planetario.
- Tren: Las líneas C5, C7B y C10 de Cercanías nos dejan en la misma estación Méndez Álvaro.
- Autobús: Las líneas 8, 102, 148, 152 y 156 también nos dejarán próximos.
Nosotros usamos el tren y después es un breve paseo por la Avenida del Planetario hasta llegar a nuestro destino.
La torre tiene una altura de 28 metros de altura sobre la que se halla una cúpula de 3 metros de diámetro. Esto es lo que más llama la atención nada más vislumbrarla a lo lejos.

Tras cruzar una pequeña pasarela hasta la entrada al complejo, pudimos observar a nuestra derecha que algunas de las instalaciones se encontraban en obras. Nada más entrar observamos los horarios de las diferentes proyecciones e información adicional sobre las mismas. A su vez, se encuentra personal al que poder hacerle cualquier tipo de consulta.
Ese complejo se divide en varias zonas distribuidas a lo largo de las dos plantas a las que se puede acceder. La que nos encontramos al entrar está compuesta por la de Imitadores del cielo: los planetarios óptico-mecánicos y la exposición Los colores del cielo profundo. En la planta baja nos encontramos Europa en el Espacio (ESA) y Cambio climático: comprender para sobrevivir. Cabe destacar que estas exposiciones pueden sufrir cambios a lo largo del año por lo que recomendamos visitar la web oficial para obtener mayor información al respecto.
Nosotros empezamos por la planta baja, siendo la primera «Europa en el espacio (ESA)». Esta exposición trata de acercar al visitante a la contribución de la Agencia Espacial Europea al progreso humano. Aquí encontramos desde el planeta Marte a escala hasta las diferentes sondas que la ESA ha mandado al espacio así como vídeos y fotografía con información detallada.


La información que se nos ofrece es bastante extensa y los pequeños vídeos explicativos son muy instructivos. Nosotros disfrutamos mucho de esta exposición y los pequeños estuvieron muy atentos ya que es un área que llama mucho la atención. Además, los vídeos contienen elementos didácticos explicados mediante animaciones en 3D que ayudan a comprender mejor el panel informativo.

Continuamos por el pasillo y damos a una zona mucho más extensa donde se explican numerosos conceptos de física. Lo primero y más llamativo es ver una maqueta a escala del planeta Tierra con una luz incidiendo sobre esta. El planeta va moviéndose mientras la luz permanece fija lo que explica la forma en la que la luz solar se proyecta sobre el globo terráqueo. Asimismo, se nos indica la temperatura por zonas, la cual va variando según le de la luz solar o no.

Pero en esta parte de la exposición no solo vemos cosas relacionadas con el universo, sino también otros fenómenos físicos de interés tales como la capacidad de absorber la luz según los diferentes colores, cómo almacenan el calor según el material, etc. También pudimos ver cómo funcionan los movimientos de masas de aire según su temperatura, lo que nos ayuda a comprender determinados fenómenos naturales. Aquí debemos destacar que había determinados «experimentos» que no pudimos comprobar porque algunos no funcionaban por estar estropeados. Eran pocos, pero habían, así como un cristal roto donde el personal advertía de no tocarlo para evitar algún corte.


Seguimos avanzando por esta sala cuando nos topamos con una pequeña zona dedicada a la historia de nuestro planeta. Desde fósiles de trilobites expuestos hasta esqueletos de nuestros antepasados. Colmillos de mamuts y otras muchas cosas que nos hace dar un paseo por los millones de años que tiene la Tierra y la evolución de la vida en ella. Si bien no es muy grande y quizá pueda pecar de algo simple que se puede ver en cualquier museo de historia natural, es de agradecer, pues aporta variedad al lugar.


Justo en medio de la sala, encontramos una enorme proyección interactiva del planeta Tierra. Aquí se puede apreciar cómo se distribuye, a lo largo del año, la insolación terrestre en los distintos lugares del planeta y de qué puede ocurrir si llegasen a alterarse las corrientes marinas. Según vayamos navegando por dicho panel táctil, la Tierra irá sufriendo cambios y podemos comprobar cuáles han sido los grandes cambios climáticos en la historia.

Para terminar en esta zona, y antes de irnos a la primera planta para continuar la visita, pudimos dar un paseo por una parte de la exposición bastante interesante que complementa la información dada sobre el cambio climático. Aquí se nos explica las diferentes rutinas que llevamos a cabo los seres humanos, individualmente y como sociedad, que contribuyen a ese cambio y que perjudica el planeta. Desde paneles interactivos hasta otros informativos nos van ofreciendo bastante contenido al respecto que ayuda a reflexionar sobre este tema de suma importancia.


Para finalizar, nos dirigimos a la primera planta para, antes de empezar la proyección, dar un paseo de ensueño por la exposición Los colores y el cielo nocturno, en la zona de retroproyección.
Este lugar es impresionante y muy agradable visualmente, además de tener una información muy interesante que acompaña a cada imagen. De esta manera podemos entender mejor lo que estamos observando. Se trata de una exposición de imágenes en gran formato realizadas por el astrofotógrafo Rogelio Bernal Andreo.

Después de este agradable paseo, nos dispusimos a hacer cola para entrar en la sala de proyecciones donde tendría lugar la proyección Postales de otros mundos, un paseo por los lugares explorados del sistema solar. No podemos aportar fotos, pues estaban prohibidas, pero recomendamos verla por ser de gran interés tanto para adultos como para pequeños. Un detalle a tener en cuenta es la enorme cola que se forma, de modo que si vais más de dos personas, como fue nuestro caso, os recomendamos poneros en la cola con bastante antelación ya que hubo casos de familias que no pudieron sentarse juntas.
En conclusión, si bien necesita quizá reinventarse un poco, este planetario no es muy diferente de otros como, por ejemplo, el de Pamplona. A pesar de ello es un lugar de interés para grandes y pequeños por su información y las zonas interactivas que ayudan a comprender mejor nuestro entorno y el espacio. De recomendada visita sobre todo porque la mayoría de sus exposiciones son de acceso libre. Las proyecciones no están nada mal por el precio que tienen y es toda una experiencia.
!Gracias por habernos mostrado, a base de una detallada información,tanto a través de las fotos,como de vuestra narración.Me ha encantado !
Gracias a ti por leernos y comentar 😉