INFORMACIÓN BÁSICA
- Localización: Aquí.
- Pros: Un lugar menos turístico en el que apreciar cómo era una casa en el siglo I en Emérita Augusta. Muy bien conservada y aún en proceso de excavación.
- Contras: No posee audioguía ni un recorrido señalizado, aunque bien es cierto que los paneles que hay te ayudan a entender cómo era la casa.
DESCRIPCIÓN
Pasamos un día en la ciudad de Mérida visitando todos sus monumentos y entre ellos este, La Casa del Mitreo. Su nombre se debe a unas excavaciones que se hicieron en la Plaza de Toros durante el año 1903. En ese momento se descubrieron estatuas de mármol que estaban relacionadas con Mitra, dios de origen persa que era venerado por el ejército romano. Por error se creyó que este edificio era un templo dedicado a dicho dios y de ahí que se le quedara el mencionado nombre.
Esta casa debió pertenecer a alguna persona de la élite social romana de Augusta Emérita. Es Bien de Interés Cultural desde 1990 y Patrimonio Mundial por la UNESCO desde 1993.
Horario y Precio
Abre todos los días de la semana en las siguientes horas:
Horario de verano: : Del 1 de abril al 30 septiembre: 9:00 a 21:00h.
Horario de invierno: Del 1 de octubre al 30 de marzo: 9:00 a 18:30h.
Su precio individual es el siguiente, sin embargo, merece más la pena comprar la entrada del conjunto arqueológico completo (16€ normal / 8€ reducida) en el que puedes ver el Teatro-Anfiteatro, Alcazaba, Circo, Morerías, Cripta Sta. Eulalia, Casa Mitreo-Columbarios, Casa del Anfiteatro y Templo de Diana.
Normal: 6 €.
Reducido: 3€ (de 12 a 17 años / estudiantes hasta 25 años / mayores de 65 años / discapacitados / familias numerosas).
Gratis: menores de 12 años.
También podéis optar por realizar un Free tour por la Casa del Mitreo el cual lleva incluida la entrada a este lugar y al Área Funeraria de Columbarios.
📎 Free tour por la Casa del Mitreo
La casa que vemos está parcialmente excavada. Sabemos que se construyó a finales del siglo I a las afuera de la muralla, aunque las últimas reformas se fechan en el siglo IV. Todo el conjunto esta dispuesto en torno a tres patios.
Este solar era tierra de cultivo hasta mediados del siglo XX cuando en 1964 comenzaron unas obras para construir un ambulatorio. Fue entonces cuando al encontrar restos de gran importancia se trasladó la edificación a otro lugar. Se sigue investigando para conocer más detalles de esta vivienda de época romana.
Gracias a la arqueología descubrimos que las casas romanas tenían habitualmente habitaciones semi-subterráneas a más de tres metros de profundidad. Se piensa que eran una zona privada de la casa en la cual dormían los dueños de las mismas durante el verano.
Cabe destacar cómo las habitaciones romanas en este tipo de casas abrían sus puertas hacia el patio y se comunicaban entre ellas. Como podemos ver, en el suelo apreciamos mosaicos en blanco y negro, decorados con motivos figurados, vegetales y geométricos. Si nos fijamos bien nos daremos cuenta que aún se conservan restos de pinturas.
Por otro lado, nos llamó la atención la habitación en la que vemos las paredes pintadas en rojo. Posee intacto el zócalo y la parte media de las paredes. Dichas pinturas se realizaron al fresco. Además, vemos un ejemplo del arte provincial del Imperio Romano de finales del siglo I en los candelabros que las decoran.
Posteriormente, justo al lado, vemos la habitación donde el señor de la casa atendía sus negocios. El mosaico que pavimenta el suelo representa el mito del origen del universo romano, de modo que el cielo preside la parte superior del Cosmo.
A la izquierda ORIENS, el sol; a la derecha OCASVS, el ocaso. MONS sostiene a NIX, se trata de las cordilleras nevadas que limitan el impero romano. La Tierra ocupa la parte central del mosaico y a su izquierda reconocemos a NATVRA, la naturaleza. Entre la Tierra y el mar los ríos NILVS y EVPHRATES simbolizan los límites orientales del imperio. Abajo en la esquina OCEANVS observa la escena.
Dicho mosaico se hizo con diferentes materiales como, por ejemplo, piedras de varios colores, teselas de pasta vítrea o láminas de oro. En cuanto a la fecha, parece ser que es de mediados del siglo IV.
Una vez que hemos visto la casa completa nos dirigimos, dentro del mismo recinto, al área funeraria de los columbarios. Para llegar hasta él atravesamos un largo corredor limitado por cipreses a ambos lados, hasta llegar a un gran espacio abierto donde además de ver monumentos funerarios romanos pudimos aprender sobre los tipos de ritos funerarios que tenían los emeritenses para recordar a sus muertos.
También en este recinto podemos ver dos edificaciones del siglo I en el que hay restos incinerados y depositados de dos familias, los Voconios y los Julios. El mausoleo mayor pertenece a los Julios y el de menor tamaño a los Voconios. Estos edificios son los nombrados Columbarios.
En definitiva, una parte menos conocida de esta ciudad pero no por ello menos interesante.