DESCRIPCIÓN
No podíamos estar en Pontevedra y no probar la estupenda gastronomía que nos ofrece esta tierra. Tras una búsqueda y dudas sobre decantarnos entre otro y este restaurante, decidimos finalmente comer en el Restaurante Loaira Xantar.
Llamamos para reserva mesa ya que, además del coronavirus, este restaurante tiene para sentarse fuera o dentro. Y hay que decir que no nos arrepentimos lo más mínimo, pues en la sala de arriba, aunque es bastante pequeña, dos de las mesas dan al balconcito de la calle y puede resultar agradable la vista de la famosa Praza Da Leña, donde se concentran varios establecimientos hosteleros.
Lo primero con lo que te topas es con buena profesionalidad y mucha amabilidad. El camarero que nos atendió tuvo a bien explicarnos, cuantas veces necesitamos, los diferentes platos. Además, era muy eficiente y atento, lo que se agradece.
Dado que pedimos todos los platos de una vez, empezaremos hablando del vino. Nos decidimos por probar un vino tinto de la tierra, si bien estaba bueno, no es de lo que más nos gustó. No fue, ni mucho menos, porque no cumpliera con el sabor, sino porque estamos algo acostumbrados a vinos con más cuerpo y este nos dio una sensación de ser una textura de blanco pero con sabor de tinto. Pero no os vamos a engañar, la botella se acabó 🙂
Una botella procedente de las viñas de Montefurado y de elaboración limitada a 1985 botellas.
En primer lugar, y antes de entrar en el sabor y presentación de los platos, hablaremos de lo que pedimos a la pequeña. Ya nos conocéis, con la benjamina de la familia vamos siempre a lo seguro, de modo que ordenamos Barritas de Merluza.
La salsa, aunque dulce, tiene un ligerísimo (casi inapreciable) fondo picante.
Existe también la versión de fingers de pollo; cuestión de gustos elegir uno u otro. Sin embargo, el sabor no era tampoco nada especial (tampoco lo pretendíamos), pero ya empezábamos a atisbar la calidad del género empleado.
En segundo lugar, pasaremos a las Croquetas de Choco. Se deshacían al abrirlas y con una textura bastante agradable, si bien no tiene trozos que poder notar, el sabor a choco está muy presente.
A su vez, la salsa alioli suave acompaña perfectamente a las croquetas.
En tercer lugar, os hablaremos de uno de los platos estrella; el «Polbo» (Pulpo). Aunque en la carta figura como Pulpo a la Plancha, a nosotros nos ofrecieron este plato hecho al horno, donde el género es introducido en una especie de bolsa que permite que se vaya cociendo en su propio jugo; todo ello muy bien explicado por nuestro camarero. Un manjar acompañado de una patata asada en su punto.
Como era de esperar, este plato cumple con lo prometido: un pulpo muy jugoso y una patata con un sabor que nos recuerda a una buena barbacoa.
Le llega el turno al cuarto plato; Costela de Cocho XL. Se trata de un jugoso costillar de cerdo cocinado a baja temperatura con chimichurri. Si bien el costillar es grande, la cantidad de carne que se puede sacar de él no, aunque queda compensado por su sabor. Como constante en muchos de los platos de este restaurante, viene acompañado de patata asada.
Un plato correcto, con buen sabor pero claramente superado por otros de la carta.
En quinto lugar, hablaremos del plato estrella de la comida; Arroz Negro de Luras y Alioli. Un arroz carnaroli con caldo casero. Un risotto cremoso con algas con un sabor muy intenso. Quizá, el mejor arroz negro que hayamos probado hasta ahora.
Es posible que se tratara del plato del que menos expectativas teníamos, pues arroz negro lo sirven en muchos restaurantes. Pero su sabor nos cautivó y así se lo hicimos saber al camarero. Si te gusta este tipo de arroz, os recomendamos encarecidamente probarlo.
Dado que nos encantó la cocina de este lugar, ordenamos un último plato que no pudimos dejar de probar. Conocidos de raíces gallegas nos lo advirtieron: «no dejéis de probar los mejillones», y así fue. Aún quedaba un poco de hueco para uno más, de modo que nos decantamos por los Mexilóns Rabiosos. Unos mejillones con salsa picante.
Hay poco que explicar de este plato y huelga decir que los mejillones de Galicia son muy famosos. Un plato abundante con una salsa que sí que pica (por si no os gusta mucho el picante). Si os gusta este molusco, no dudéis en probar este plato.
Por último, no por ello menos importante, toca hablar de los postres. Y sí, pedimos los tres que había, aun a riesgo de que sobrara algo pero… no fue así. Se agotaron en dos parpadeos y no era de extrañar.
En primer lugar, por orden de izquierda a derecha, probamos una Crema de Chocolate con Peta Zeta. La crema era bastante compacta y casa muy bien con el Peta Zeta. Eso sí, el sabor que impera es el del chocolate negro y es posible que no a todos agrade. En lo particular a nosotros, los niños lo devoraron.
En segundo lugar, el Queso de Tetilla con Mermelada de Ciruelas. Este postre nos recuerda a una tarta de queso pero muy suave y sutil. Ideal para saborear y degustar lentamente. Para quien no lo sepa, el queso tetilla es uno de los quesos más conocidos de la gastronomía gallega y además tiene denominación de origen protegida. Se elabora con leche pasteurizada de vaca rubia gallega, frisona y pardo alpina.
En tercer lugar, y ya por último, la Calabaza en Tres Texturas con pipas de Calabaza. Aunque su apariencia es de crema, nada más lejos de la realidad. Es una degustación en toda regla en la que saboreamos la calabaza en texturas diferentes y, como toping, unas pipas caramelizadas.
El precio nos pareció bastante acorde con la calidad de los platos y el servicio, lo que hizo que quedáramos doblemente encantados.
RESUMEN
A nuestro paso por Pontevedra queríamos comer en un buen sitio y acertamos con el Restaurante Loaira Xantar. Un establecimiento con buena cocina, buenos profesionales y muy buena atención. Si bien peca de platos no muy abundantes, esto se ve compensado con sus sabores. Un lugar al que recomendamos ir.
Está muy bien pero algo caro, aunque también depende del lugar. Muy bien.
Habiendo visto la calidad del sitio, lo cierto es que nos pareció un precio bastante razonable. Te recomendamos ir 😊