INTRODUCCIÓN
En nuestras vacaciones a Bélgica elegimos unas cuantas ciudades que conocer por el país, y entre ellas no pudo faltar Brujas, la más turística y conocida de todas, la capital de la región de Flandes Occidental.
Desde Bruselas cogimos el tren para pasar un gran día allí hasta muy entrada la tarde. Hemos de decir que por cada adulto se puede llevar cuatro peques menores de doce años gratuitamente sin necesidad de sacarles billete, es por ello que decidimos movernos en tren de una ciudad a otra, por su comodidad. Os dejamos la web que nosotros utilizamos para acceder a todos los horarios y precios del tren.
DESCRIPCIÓN
El tren nos dejó en la Estación principal, al sur de la ciudad. Podemos ir al centro desde allí en autobús o andando el kilómetro y medio que los separa. Nosotros decidimos la segunda opción para así ir impregnándonos del ambiente de la ciudad. Fueron unos veinte minutos paseando.
Una vez en el centro podemos pasear a nuestro aire o recorrer la ciudad medieval en el bus panorámico el cual realiza un tour por sus calles más importantes.
📎 Tour en autobús panorámico por Brujas
A continuación os contaremos nuestros imprescindibles si vais a esta mágica ciudad.
Lo primero que hicimos fue ir a visitar la Catedral de San Salvador, ya que al ir en sábado el horario es más reducido, pues cerraba a las 15,30 horas. Es la iglesia más antigua de Brujas, de la que destaca su torre campanario cuadrada.
Después fuimos a otro templo, la Iglesia de Nuestra Señora, la cual cerraba un poco más tarde. Su horario es de 9,30 a 17 horas, salvo los domingos que abre más tarde. Su mayor atractivo es tener dentro una de las esculturas de Miguel Ángel, la Madonna de Brujas. Si queréis saber más sobre esta, haced click en el enlace y os llevará a una entrada dedicada a ella.
Una aspecto a resaltar es el hecho de ser una de las ciudades medievales mejor conservadas del mundo. Sus canales fueron muy importantes para el comercio en el norte de Europa hasta el siglo XV. Luego tuvo una gran época de decadencia hasta el siglo XX, en el cual se llevó a cabo una gran restauración convirtiéndose en la ciudad turística que conocemos hoy. Una actividad imprescindible es dar un paseo en barca por sus canales o reservar uno de los free tours en español que se ofrecen. Un buen sitio para disfrutar de los canales es el Puente de San Bonifacio, un sitio muy romántico y pintoresco de principios del siglo XX.
📎 Free tour de los misterios y leyendas de Brujas
La siguiente parada es, sin duda, el rincón más famoso y fotografiado de todos, el Muelle del Rosario o Rozenhoedkaai. Estaba tan concurrido que decidimos hacer una paradita y comernos una patatas fritas, muy típicas en la gastronomía de Bélgica, en uno de los locales que tiene en frente, pues esa calle está llena de establecimientos y tiendas de souvenirs. Existe un tour gratuito para conocer los comercios típicos de la ciudad, en la que está incluida la degustación de algún producto típico de la gastronomía belga y la cata de cerveza (puede variar según la disponibilidad del momento).
📎 Free tour gastronómico por Brujas
Una vez terminamos nuestro descanso, nos dispusimos a inmortalizar el lugar con la típica estampa. Se debe agregar que desde este punto hay varios muelles desde donde parten algunas de las barcas.
De camino al siguiente lugar pasamos por un pequeño parque llamado Parque Arentshof. Un bonito sitio para pasear y ver Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis (The Four Horsemen of the Apocalypse). Son cuatro esculturas de bronce que representan la muerte, la guerra, el hambre y la revolución.
Continuando nuestro recorrido, nos dirigimos al corazón de la ciudad: la Plaza Mayor o Grote Markt. Esta plaza se renovó en 1995 haciéndola mayoritariamente peatonal. En el centro tenemos las estatuas de Jan Breydel y Pieter de Cononck; dos héroes para la ciudad ya que lucharon contra los franceses en 1302 para asegurar la libertad e independencia de Brujas y Flandes.
A un lado de la plaza vemos una serie de casas de colores, son casas gremiales del siglo XVII que se han convertido en diferentes cafés y restaurantes donde descansar con unas vistas increíbles. Si nos giramos un poco, también veremos un gran edificio de estilo neogótico. Se trata del Consejo Provincial, que ahora está destinado a albergar el Juzgado Provincial de Flandes Occidental.
Seguimos en Grote Markt y, si miramos detrás, vemos el imponente campanario de Brujas, también conocido como Belfort. Está declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Se forman grandes colas para subir sus 366 escalones, llegar a lo más alto y tener unas buenas vista de la ciudad. Nosotros no subimos pero dicen que con buen tiempo se puede llegar a ver el mar. Además en la subida se puede disfrutar del curioso mecanismo del reloj y del carillón.
Dejando atrás esta bonita plaza, nos vamos a otra no menos bella. Nos referimos a la Plaza Burg, el centro político de la ciudad, pues allí se encuentra el Ayuntamiento. Este fue construido entre los años 1376 y 1426 siendo el más antiguos de Bélgica. Su nombre significa «castillo», y es que en este lugar se levantó el primer castillo, el cual pretendía impedir la entrada de las oleadas normandas hacia el interior de estas tierras. Un lugar donde no sabrás dónde mirar, pues podemos apreciar un gran choque de estilos arquitectónicos.
Sin lugar a dudas, el rincón que más nos llamó la atención de esta plaza fue en el que nos encontramos la Basílica de la Santa Sangre. Es, además, el edificio más antiguo que se conserva en Brujas. Tiene dos pisos. En el inferior está la Capilla Románica de San Basilio y en la superior la Basílica en sí. En el superior se encuentra la gran reliquia que guarda este lugar: la sangre de Cristo, recogida por José de Arimatea. Esta reliquia tiene unos horarios en los que se muestra al público. La entrada es gratuita, salvo si queréis ver el tesoro o el museo que alberga.
Después de visitar cada rincón de esta plaza, nos alejamos del centro y caminamos hacia el noreste para visitar los cuatro Molinos de Kruisvest. Es un buen sitio para hacer una parada y que los pequeños jueguen un poco en sus verdes praderas. Nosotros hicimos un «break» para merendar y vimos un bonito atardecer desde sus onduladas colinas.
De vuelta al centro pasamos por la Kruispoort Gate, una de las puertas que daban paso al recinto amurallado de la ciudad. Por ella pasaron personajes relevantes como Napoleón o Carlos V. Tiene un puente levadizo para dar paso a los barcos por el río Zwyn.
Antes de terminar nuestra visita a Brujas, nos acercamos a Begijnhof. Se trata de un lugar que se mandó a construir en el siglo XIII para albergar a las beguinas. Las beguinas eran mujeres cristianas que vivían juntas para dedicarse a los más necesitados. Eran espirituales, no religiosas, por ello no se consideraban monjas. Estas casas están alrededor de un pequeño bosque de álamos. Nosotros llegamos tarde y no pudimos verlo , pero existe un museo en una de las casas donde se explica su historia y sus tradiciones.
Pasamos unas pocas horas visitando esta ciudad, pero si vuestro tiempo es limitado os recomendamos reservar una visita guiada en español o un tour privado para no perder detalle alguno de los sitios más importantes.
📎 Visita guiada en español por Brujas
📎 Tour privado por Brujas con guía en español
Nos vamos paseando de nuevo hacia la estación, y lo hacemos por el Parque Minnewater que, aunque ya estaba anocheciendo, se podía apreciar la belleza del lugar. Nos topamos con un gran lago lleno de cisnes que nos pareció muy romántico. Es también conocido como el Lago del Amor.
No obstante, si tenéis más tiempo que nosotros o si estáis varios días por allí, existen también muchos museos interesantes como pueden ser: el Museo del Chocolate, el Museo de la Cerveza, el Museo Groeninge, el Museo San Juan de Brujas o el Museo Dalí.
📎 Entrada al Museo de la Cerveza
📎 Frietmuseum, el Museo de las Patatas Fritas
Para finalizar nuestra visita a Brujas con un buen sabor de boca, podemos acudir al Museo Choco Story. Un plan perfecto también para los más pequeños de la casa. Además este museo ofrece un taller en el que aprender técnicas para realizar unos chocolates increíbles.
📎 Entrada al museo Choco Story
📎 Taller de chocolate en el museo Choco Story
CONCLUSIÓN
En pocas palabras, es una ciudad muy bonita, llena de rincones mágicos. Se nos hizo muy corto el día ya que Brujas tiene mucho que ofrecer. Hubo algunas zonas que no pudimos disfrutar como nos hubiese gustado, pues la afluencia de gente era exagerada.
¡Por cierto! No dejéis de pasar por la calle Katelijnestraat: un paraíso en forma de tiendas de chocolate de todo tipo.
Aquí os dejamos un mapa resumen para orientaros con más facilidad donde podréis ver, de un solo vistazo, todos los lugares que os hemos mencionado en este post.
Maravillosa Ciudad, que me ha sorprendido el que tenga tantos sitios de interés. Esto unido a vuestra información, hace que aún podamos disfrutar, aún más, pues nos enseña su Historia, que de otra manera no hubiéramos podido saberlo.
Es maravillosa. Siempre puedes ir a verla, no te arrepentirás 😁😜
Estupenda y muy útil guía de la visita a Brujas. Merece la pena recorrerla entera.
¡Por supuesto! Si tienes ocasión, ni lo dudes. 😊