INFORMACIÓN BÁSICA
- Localización: Aquí.
- Pros: Una gran colección de pinturas. Lleva tu móvil y auriculares y tendrás una audioguía muy completa.
- Contras: Espacios pequeños.
DESCRIPCIÓN
Continuando nuestra visita por los diferentes lugares de interés de Toledo, acabamos yendo al Museo de El Greco. Cuando fuimos la entrada era gratuita, aunque igualmente para las familias numerosa lo es.
Su horario es el siguiente:
Del 1 de marzo y al 31 de octubre
- Martes a sábado de 9:30 a 19:30
- Domingos de 10:00 a 15:00
Del 1 de noviembre al 28 de febrero
- Martes a sábado de 9:30 a 18:00
- Domingos de 10:00 a 15:00
Este lugar era un solar que el marqués de la Vega Inclán compró en ruinas pensando que era lo que quedaba de la casa del pintor y viendo que se estaban revalorizando sus obras vio una oportunidad. Por ello, su intención era la reconstrucción de la Casa de El Greco junto con un museo y un jardín. Concebío el museo no solo para exponer las obras de El Greco, sino también otras de la escuela española.
Nada mas entrar podemos empezar la visita o acercarnos a las cuevas.
Estas cuevas son el único resto que se conserva del palacio que se construyó en el siglo XIV en la judería toledana. Constituían el sótano, donde se instalaron almacenes y un baño ritual judio. También podemos observar un alicatado de azulejos que se cree que procede de Sevilla. Este lugar encierra un misterio; se decía que el tesorero del rey Pedro el Cruel escondía allí muchas riquezas, el rey le pidió que se las entregara y el judío se negó. El rey lo arrojó a la cárcel y lo sometió a terribles tormentos.
Una vez salimos de las cuevas entramos a la casa empezando por el patio. Un patio toledano que tiene características del siglo XVI, con tinajas en sus esquinas, decoraciones geométricas y con vegetación, de estilo mudejar. En ventanas y puertas vemos yeserías decorativas en dos niveles de tradición gótica-mudejar.
La siguiente sala rinde homenaje a la figura del marqués de la Vega Inclán y a los orígenes de las colecciones del museo. Como dijimos al principio, la idea del marqués fue reunir otras pinturas a parte de las de El Greco, especialmente de las escuelas sevillanas, toledana y madrileña de los siglos XVI y XVII para crear un museo de arte español. Abarca hasta la pintura de Vicente López, pintor de cámara de Fernando VII e Isabel II. Aquí se exponen algunas de las pinturas que fueron reuniendo el patronato del museo y el mismo marqués.
Hay poca información sobre la familia de El Greco. Tuvo un hijo llamado Jorge Manuel, pintor y arquitecto, con Doña Jerónima de las Cuevas.
La siguiente sala, es una recreación de la pintura «Jerónimo Seisdedos» que sugiere una escena que tuvo lugar en un estrado del Renacimiento. El estrado fue un espacio femenino donde las mujeres recibían entre almohadones y sobre esteras en verano o alfombras en invierno siguiendo la tradición árabe. Solían rodearse en este espacio íntimo de sillas bajas, husos, arcas o escritorillos característicos del periodo barroco. Se piensa que la mujer del centro de esa obra pudo ser la madre de El Greco.
Pasamos a la siguiente sala, El Apostolado. El Apostolado es un conjunto de trece lienzos, su posición no estaba predeterminada, salvo la de el Cristo Salvador que estaba en el centro.
El Greco pintó varios apostolados pero solo se conservan tres de ellos completos. El que se muestra en esta sala es el de mayor calidad. El Greco realzó las figuras poniéndolas en un primer plano y destacando sus posturas en un fondo neutro. Destacan sus voluminosos ropajes cubriendo sus cuerpos y la individualización de los rostros bien diferenciados, muy expresivos y de intensas miradas.
Siguiendo la visita, pasamos a la Capilla. Un espacio que el marqués quiso que albergara una de las obras maestra de la exposición, el retablo de San Bernardino. Se instaló una puerta, que realmente es ciega, a modo de sacristía a la derecha del retablo para que pareciera más una capilla. Si miramos hacia arriba vemos un artesonado mudéjar que el marques compró en Valladolid para embellecer el espacio. El Greco realizó este retablo y pintura firmada por él en la zona inferior derecha.
Además de todas estas salas que llamaron nuestra atención hay muchas más. Esto es solo una parte de la historia que podemos descubrir de este museo.
Para terminar nuestra visita, salimos al jardín. Un espacio privilegiado que mantiene del diseño original del marqués la pérgola, el escalonamiento en tres niveles, las fuentes o el estanque con azulejos toledanos. También podemos encontrarnos restos arqueológicos traídos por el marqués para embellecer el espacio, algunos de ellos procedentes del Monasterio de San Juan de los Reyes. Nos deleitaremos con vegetación típica de la zona toledana como puede ser la lavanda, el romero, la hiedra, el tomillo…
El jardín fue un espacio de gran actividad social. Se organizaban reuniones culturales, comidas o recepciones bajo la pérgola del nivel superior.
Finalmente, al salir del museo podemos hacernos unas fotos con los doce apóstoles que están al cruzar la calle frente a la entrada.
Me encanta todo lo expuesto en la descripcion que hacéis, que aunque el Museo no sea muy grande sigue siendo parte del tesoro que es Toledo. Es fabuloso y me encanta.
No es muy grande pero tiene mucho que ver, es lo bueno de este sitio 🙂 Gracias por comentar
Muy interesante.
Así es 🙃