INTRODUCCIÓN
La idea de ir en julio a Brihuega era para ser partícipes de la fiesta de la lavanda. Si bien esta no se celebró, sí que el pueblo estaba muy bien adornado por todos lados y la multitud demostró que no importaba la situación, sino el hecho de acudir a este bonito pueblo y verlo vestido de morado para acabar viendo el atardecer en los campos de lavanda.
DESCRIPCIÓN
Nada más llegar tuvimos que ponernos a buscar aparcamiento, ya que estaba todo lleno. Las calles de Brihuega estaban a rebosar y no es de extrañar, pues es una estampa muy bonita. Lo positivo de todo es que había un sitio que sabíamos que con seguridad dispondría de aparcamiento; el parking al lado de la plaza de toros.
El pueblo tiene cinco puertas, alguna de ellas famosas. Nosotros entramos por la Puerta del Juego de Pelota; de estilo gótico con doble arco apuntado.
Entramos por tal puerta hasta llegar al Prado de Sta. María; lugar donde se encuentra el Museo de Miniaturas del Profesor Max, al cual no entramos por parecernos un precio algo elevado (6,50€/persona) para una familia numerosa, y el Museo de Historia de Brihuega.
Justo bajando a la derecha se encuentra la iglesia de Santa María de la Peña; situándose en un entorno muy bonito con árboles y sombra y próximo al Castillo de la Piedra Bermeja. Una curiosidad es que está bastante extendido el equivocado nombre del «Castillo De la Peña Bermeja» por el nombre de esta iglesia, aunque el original es el que hemos mencionado y así figura en nuestra entrada que podéis ver aquí.
Dentro de esta iglesia se encuentra la figura de la patrona del pueblo, la Virgen de la Peña, siendo su entrada gratuita.
Como íbamos diciendo, justo al lado se encuentra la entrada al Castillo de la Piedra Bermeja. Accedimos a él antes de lo previsto, por lo que aún se encontraba cerrado el acceso a la visita, a la que más tarde volvimos para entrar. No obstante, aprovechamos el momento para poder observar el cementerio municipal que se encuentra en el patio de armas de dicho Castillo, el cual hay que cruzar para llegar hasta la entrada.
Acto seguido, y para hacer tiempo, nos fuimos a ver las demás iglesias del pueblo. En dicha búsqueda, pasamos por otra de las puertas importantes de la Villa; Puerta de la Guía. Esta puerta se creó en 1812, en la Guerra de la Independencia, ya que este torreón se perforó para facilitar el paso de los soldados entre el Castillo y el pueblo, puesto que los franceses usaron el castillo como cuartel. Pusieron una pequeña hornacina con la imagen de la Virgen de la Guía que da nombre a la puerta.
Siguiendo nuestro camino, nos encontramos con el Parque del Molinillo; un parque muy bonito para descansar y pasar un rato agradable. Posee una pequeña cascada y un puente donde los niños estuvieron disfrutando y jugando.
Posteriormente, llegamos a la iglesia de San Miguel a través de una escalera desde el mismo parque. Se trata de una iglesia de estilo progótico influenciada por el mudéjar toledano. Albergó grandes riquezas pictóricas y escultóricas, las cuales se cree que se quemaron en un incendio en los siglos XVI y XVII. Del 1936 al 1939 fue garaje, almacén, cuartel… y tras la guerra civil quedó abandonada, cuyas naves y techumbre terminaron por hundirse.
A día de hoy es un edificio destinado a actos culturales gracias a la Asociación Cultural «Amigos de Brihuega» que en 1979 consiguió una subvención para restaurar el edificio.
Caminando hacia el norte del pueblo, nos topamos con el Convento de las Jerónimas, llamándonos la atención su fachada.
Tras varios minutos andando cuesta arriba, llegamos a la Plaza San Felipe, donde se encuentra su iglesia. Catalogada como la más bella de Brihuega, es del siglo XIII, de estilo progótico y ha sido remodelada varias veces a lo largo de su historia.
Al lado de este edificio había una calle con terrazas muy bien adornadas y con sillas y mesas con toldos para ofrecernos sombra mientras tomamos algo.
Ya en el extremo norte, vislumbramos un parque de grandes dimensiones llamado Parque de María Cristina. Un lugar muy bien ambientado con muchas mesas y varias food trucks alrededor.
De aquí nos dirigimos a una de las puertas principales; la Puerta de la Cadena. Al ser julio, y estar durante la fiesta de la lavanda, estaba todo muy bien adornado y con muchos puestos donde poder adquirir diferentes productos autóctonos.
Cogiendo toda la calle abajo por el centro y aprovechar así para verlo mientras volvíamos al Castillo, el cual estaría ya abierto, pudimos observar cómo había diferentes bandas del mismo color que la lavanda que cruzaban de un lado a otro por encima de nuestras cabezas. Una calle vestida también para la ocasión que nos deleitó con multitud de paraguas suspendidos en el aire. En definitiva, todo estaba muy bien adornado.
Un sitio curioso e importante que ver es la Fuente Blanquina o «de los Doce Caños». Es una de las más famosas y antiguas de Brihuega en cuyo lateral tiene un lavadero donde se lavaba la ropa y fregaban los útiles de cocina las mujeres del pueblo. Su agua es fresca y proviene de un manantial. El saber popular dice que la mujer que quisiera encontrar novio debía beber de todos y cada uno de los caños.
Continuando nuestra ruta, llegamos a la Plaza del Coso donde se encuentran , el Ayuntamiento, la oficina de turismo y Las Cuevas Árabes; una serie de túneles que recorrían la villa y de la cual se conservan y son visitables 700 metros.
Para conocer mucho más sobre la historia y los encantos de esta increíble localidad siempre se puede escoger hacer un free tour o una visita guiada de modo que, en poco más de dos horas quedéis deslumbrados con sus monumentos e importancia.
Por último, fuimos a ver la Real Fábrica de Paños; un lugar con mucha historia y unos preciosos jardines en su interior del que hablamos en otro post.
Para terminar nuestra visita al pueblo, y antes de dirigirnos a los campos de lavanda, hicimos una parada en el Parque María Cristina para descansar y tomarnos algo en una de aquellas food trucks que mencionamos anteriormente. Un lugar con mucho ambiente que invitaba por su música y gentío a sentarte y disfrutar de esta particular cocina.
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Y ahora sí, nos dirigimos a nuestro principal objetivo por el que visitamos este precioso pueblo: los campos de lavanda. En el mes de julio da igual a la hora que vayas, siempre habrá gente. Es un lugar idóneo para hacer una foto perfecta y cada año acuden multitud de personas para hacerlo.
Un detalle positivo, era que todo estaba muy bien preparado con seguridad, regulación del tráfico y aparcamientos gratuitos. Se llega en coche o en una excursión privada con autobús, ya que estos campos se encuentran a unos cuantos kilómetros del pueblo.
Si tienes paciencia y andas un poco, podrás encontrar tu hueco perfecto para hacerte una bonita foto 🙂
Además, cada año desde mediados de junio hasta mediados de agosto aproximadamente se puede contratar un paseo en globo sobre los campos de lavanda, ¡una experiencia inolvidable!.
📎 Paseo en globo por los campos de lavanda de Brihuega
CONCLUSIÓN
Un pueblo precioso donde casi todo su encanto se centra en la fiesta de la lavanda, en julio. A pesar de sus dimensiones, tiene muchos sitios que visitar asequibles e ideales para familias, pues los pequeños no pagan en muchas de ellos. Es obligatorio ir a los famosos campos de lavanda de Brihuega.
OTRAS RECOMENDACIONES
Que gracias a Frugocio, estoy conociendo maravillas de nuestra Tierra. Ni r
Gracias 😊