Castillo de Consuegra

INFORMACIÓN BÁSICA

  • Localización: Aquí.
  • Pros: La visita guiada al castillo es muy instructiva e interesante. La guía Marta fue estupenda.
  • Contras: Si el aparcamiento está lleno, te tocará aparcar abajo, teniendo un buen paseo cuesta arriba.

DESCRIPCIÓN

Visitando el pueblo de Consuegra, en la provincia de Toledo, decidimos ir a este bonito e histórico castillo de más de 800 años de antigüedad. Desde este emplazamiento se puede observar La Mancha y sus pintorescos molinos de viento que sin duda nos evocan recuerdos del ingenioso hidalgo D. Quijote de La Mancha. En días despejados, este castillo nos ofrece una vista de varios kilómetros a la redonda.

Se pueden reservar directamente las entradas al castillo en la página de la Red Nacional del Patrimonio Histórico o, por el contrario, hacerlo a través de una visita guiada por Consuegra.

📎 Visita guiada por Consuegra

Castillo de Consuegra.
Castillo de Consuegra.

La primera información que recibimos es que esta edificación es también llamada el «Castillo de la Muela», debido a su parecido con esta en vista aérea. Esta obra de arquitectura militar fue gracias a la Soberana Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén, quienes la restauraron cuando fue cedida por Alfonso VIII. 1183 fue el año más importante de esta localidad, pues fue nombrado por el mismo rey como cabeza del Gran Priorato de Castilla y Leon, en La Mancha, tomando el castillo como sede.

Entrada al castillo de Consuegra.
Entrada al castillo de Consuegra.

Realizamos la entrada al castillo por esta puerta que, una vez iniciada la visita, nos explican que se trata de la poterna y no la principal. Este acceso era secundario y se utilizaba para la entrada de espías o personas que no querían que se supiera de su estancia.

Poterna del castillo de Consuegra.
Poterna del castillo de Consuegra.

En primer lugar, subiendo por unas escaleras cerca de la entrada principal al castillo, la guía nos sugiere que subamos y apreciemos las vistas de todo lo que nos rodea. En segundo lugar, nos pone en situación y nos mete en contexto explicándonos todo lo que había en la zona y cómo se defendía el castillo desde esta posición. También nos explica que se trata de un castillo árabe califal, poco común; una fortaleza defensiva. En último lugar, nos cuenta que este se encuentra en pleno cerro del Calderico que divide dos zonas.

Escaleras de inicio.
Escaleras de inicio.

Seguimos andando y nos acercamos a la puerta, donde observamos el escudo del Prior de la Orden, Juan José de Austria, y el de los Álvarez de Valencia. Se establece el Gran Prior como figura de gobierno.

La principal función era la de extender el cristianismo a la par que crear una fortaleza inexpugnable. También se encargarán de repoblar la zona; de hecho, las 14 villas repobladas se vigilan desde aquí.

Escudos de la entrada.
Escudos de la entrada.

Dentro nos podría esperar una estupenda bienvenida si fuésemos soldados enemigos; se trata de una estancia amplia donde, en el techo, se encuentra una trampilla desde donde se podía verter o lanzar cualquier tipo de sustancia a título defensivo. Y es que esta fortaleza es defensiva, como ya hemos dicho, pero además laberíntica. La idea era que si las tropas enemigas conseguían entrar en el castillo, no parasen de dar vueltas sin encontrar su objetivo ni acceder a la estancia donde se encontrara el Gran Prior.

Forma laberíntica.
Forma laberíntica.

A continuación, entramos en el taller de armas donde encontramos en las paredes una exposición fotográfica de diversos temas que tienen que ver con el pueblo de Consuegra. Entre las imágenes se observa una de las fiestas del pueblo donde se conmemora la muerte del hijo del Cid, motivo por el cual se celebra en torno al 15 de agosto todos los años. Otra de ellas es la de la importancia que tiene el azafrán en esta localidad; una de las señas de identidad de La Mancha y, por tanto, también de Consuegra.

Taller de armas.
Taller de armas.

Justo después entramos a un aljibe de agua que permaneció oculto durante mucho tiempo por desconocimiento de su existencia. Fue con los trabajos de restauración cuando esta sala salió a la luz, tratándose de la estancia más original e intacta de todo el lugar. Al verlo con detenimiento se observa el rojo en las paredes típico de los aljibes de tradición islámica: la Almagro. Se trata de una capa impermeabilizadora y aséptica, compuesta de cal, arena, óxido de hierro, arcilla roja y resina de lentisco.

El aljibe más grande del castillo de Consuegra.
El aljibe más grande del castillo de Consuegra.

Después nos llevaron a otro aljibe que únicamente tenía una trampilla de entrada por arriba. Esta fue posteriormente usada como prisión. Nuestra guía tuvo a bien hacernos sentir por unos segundos cómo tenían que sentirse los presidiarios, pues apagó todas las luces y cerró la única entrada para que nos sumiéramos en la más profunda oscuridad. A pesar de que fueron breves instantes, bastaron para hacernos una leve idea de lo que tenían que sufrir.

Posteriormente, continuamos subiendo por las escaleras donde nos llevaron hasta unas antiguas cocinas donde aún se conservan los restos de un horno de leña de la época. Desde aquí se puede ver la fachada de la ermita que más tarde visitaremos.

Fachada de la ermita del castillo de Consuegra.
Fachada de la ermita del castillo de Consuegra.

Tras esto, continuamos y llegamos por un pasillo a la sala donde el Gran Prior trataba los temas de importancia e interés (políticos, problemas, etc). Es en este lugar donde también vemos la trampilla que se observaba en la primera estancia de la entrada y ahora vemos gente pasar. Cruzamos un pasillo para llegar a la ermita.

Pasillo que lleva hasta la ermita y la sala del Gran Prior.
Pasillo que lleva hasta la ermita y la sala del Gran Prior.

Pero no será hasta más adelante cuando nos detendremos en ella. Antes de hacer esta parada, continuaremos subiendo por unos peldaños flotantes hasta la parte más alta del castillo. Es un lugar especial y emocionante desde el que tendremos unas vistas espectaculares. Aquí nos sentiremos como los soldados de la época que vigilaban el horizonte. También es un lugar muy bueno para realizar unas cuantas fotos.

Vista panorámica de Consuegra.
Vista panorámica de Consuegra.

Por último, para acabar con la visita, fuimos hasta la ermita recorriendo nuestros pasos. Allí la guía Marta nos deleitó con un ejemplo en vivo de cómo nombraban a los caballeros en esta sala.

Después cruzamos por un puente moderno donde antes había un puente levadizo para aislarse en esta parte, la zona más alta del castillo originalmente, pues a día de hoy faltaban dos plantas más de las cuales no queda nada.

Finalmente, bajamos por unas escaleras paseando por unos espacios abiertos; lugar de ocio de los moradores del castillo en su tiempo libre, para terminar en la puerta de entrada.

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