INFORMACIÓN BÁSICA
Zona: Morata de Tajuña (Madrid).
GPX generado: Aquí.
Dificultad: Baja.
Tiempo aproximado: 2 h y 50 minutos.
Distancia recorrida: 8,90 kms.
Tipo: Semicircular.
DESCRIPCIÓN
Después de nuestra visita al Museo de la Molinería de Morata de Tajuña, cuya entrada podéis ver aquí, nos fuimos en busca de una ruta tranquila por la que pasear para acabar con un excursión completa. Cerca del propio museo había otras rutas, pero son desaconsejables en esta época del año, de modo que nos decantamos por la Senda de El Bosque.
Justo al inicio de la misma, nos encontramos con una estatua de la virgen de gran tamaño junto a un restaurante bastante amplio. Gracias a ello hay zona de aparcamiento y, además, varias calles por las que poder aparcar en caso de que esté todo ocupado. A su vez, existe al lado de la zona de restauración una serie de mesas de picnic ideales para poder comer. Teniendo en cuenta que esta ruta se divide en dos partes es una buena opción. El epicentro sería el área de descanso, la cual goza de sombra y columpios para los más pequeños.
Nada más dejarla atrás, nos topamos con un panel informativo que nos habla de las rutas que podemos hacer. También nos muestra información del aparcamiento, zona infantil, arroyo, etc. Pero ¡ojo!, nosotros no hicimos ni la SENDA A ni la SENDA B sino un híbrido de ambas.

Empezamos por acudir a la ermita de San Isidro y continuar por su calle subiendo hasta introducirnos de lleno en el bosque.

Tras adentrarnos en la naturaleza lo primero que nos llama la atención son los aún presentes estragos causados por el temporal Filomena. Por este detalle había que sortear en determinadas ocasiones troncos caídos y ramas en mitad del sendero. Aunque cabe destacar que las labores de limpieza se estaban llevando a cabo, ya que había numerosos tocones y zonas bastante limpias.

A pesar de que esta ruta es más apropiada para hacerla en épocas algo más húmedas, lo cierto es que pudimos gozar de bastante sombra durante todo el camino. Esto es gracias a los muchos árboles, haciendo de esta un paseo por el bosque donde abundan los pinos carrascos.

Como íbamos diciendo, es un lugar más apropiado para recorrerlo en las estaciones de otoño, primavera e incluso invierno; pero no es tan recomendable con la llegada del calor. Esto se debe a que se convierte en un paisaje seco y caluroso que en determinados tramos puede ser un poco agobiante si no llevamos gorra o agua para refrescarnos, ya que la vuelta no discurre bajo el amparo de los árboles del bosque, sino por un camino casi ausente de sombra.

Recorriendo esta parte circular, llegamos hasta una cueva. Aquí aprovechamos para realizar varias fotografías antes de continuar al inicio, donde pararíamos para comer y continuar con nuestra ruta en forma de ocho.

Tras llegar al panel informativo, tal como hemos comentado, aprovechamos la zona recreativa para comer y descansar un rato antes de seguir; esta vez, por otra zona. El camino discurre con características similares a las ya vistas en el primer tramo, con la salvedad de que tiene un desnivel mayor, más cuestas y, además, pasamos por un túnel que nos permite traspasar una carretera sin peligro.

Aquí es importante el uso de gorra y disponer de bastante agua si vais en días de calor, ya que puede ser un poco pesada para los más pequeños.
Tras continuar tal como viene dado en el GPX compartido en esta página, llegamos hasta el mirador El Bosque. Desde aquí podemos contemplar la naturaleza que rodea al pequeño pueblecito de Morata de Tajuña. Pero no penséis que la foto está tomada desde el propio mirador ya que, por ridículo que perezca, nos divide la preciosa vista un gran poste de electricidad, de modo que hay que avanzar un poco más para poder apreciar toda la panorámica completa y sin interrupción.
A este lugar se puede llegar también en coche, pues está pegado a la carretera. Tenéis la ubicación aquí por si queréis ponerla en el GPS.

Llegados a este punto hay que tener un poco de cuidado, ya que la bajada es muy pronunciada y su descenso nos llevará al camino de vuelta. Si vamos con niños hay que agarrarlos fuerte de la manita para evitar cualquier caída aparatosa.
Como sugerencia, podemos acabar esta estupenda ruta yendo a una de las pastelerías del pueblo para probar las famosas palmeritas de Morata; no os dejarán indiferentes.
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