El Mirador de Europa (Torrejón de Ardoz)

Después de haber pasado toda la mañana en el Parque Europa con los pequeños, decidimos ir a comer a este restaurante que está situado justo delante de una de las entradas, más concretamente, donde está la actividad de tiro con arco. Si quieres ver el post sobre nuestra experiencia en el Parque Europa, pincha aquí.

Cabe mencionar que no nos arrepentimos en absoluto de haber llamado para pedir mesa el día antes, pues cuando llegamos había gente preguntando por disponibilidad de sitio y estos tuvieron que irse por estar todo reservado.

Un punto interesante es saber que se puede pedir en el interior o en la terraza que da al lago. Nosotros nos quedamos dentro pero por desconocimiento. Al preguntar si podíamos cambiar por una mesa de fuera, nos contestaron que no era posible por estar todo reservado. Fuera, además, había una especie de caseta de madera para que los más pequeños estuvieran entretenidos.

El primer detalle que nos llama la atención al entrar es la distancia entre las mesas. Aquí, al parecer, llevan muy a rajatabla la separación entre ellas pues la siguiente mesa próxima a nosotros ya se encontraba bastante lejos.

Interior del restaurante.

No íbamos con grandes expectativas ya que al ser un restaurante del interior de un parque turístico, nos imaginábamos más bien un lugar donde comer y poco más. Una idea bastante equivocada como iremos explicando a lo largo de este post.

Hay que decir que fuimos un día que no era festivo, ergo comimos el menú del día que ofertan. La carta la podéis ver aquí, teniendo en cuenta la fecha de esta entrada por si los precios pudieran estar desactualizados.

Nada más empezar, nos trajeron un bollo de pan individual (lo cual se agradece) junto con el cubierto.

Dicho esto; empezamos con el primer plato. Abriremos con los primeros del menú; uno de infantil y tres de adulto. Con la bebida trajeron un aperitivo mientras esperábamos, que constaba de un pequeño plato de aceitunas.

El de la más pequeña se trataba de un plato de espaguetis con tomate y queso. Una cantidad más que aceptable para una niña de cinco años. Tenía mucho tomate y una generosa cantidad de queso que venía en un cuenco separado por si no le gustase este ingrediente.

Plato del menú infantil.

Como uno de los primeros platos del menú de adultos, pedimos la ensalada César. Tras dudar bastante sobre si decantarnos por esta o por la española, nos dimos cuenta que habíamos hecho una buena elección, ya que la española se veía ligeramente más pequeña y sencilla.

Esta ensalada estaba compuesta por lechuga, picatostes, pollo empanado, queso parmesano y salsa césar.

Ensalada César.

El siguiente primer plato constaba de patatas con huevos. Pedimos el plato de cuchara del día, pero nos dijeron que no era posible debido a que, entrado el calor, no lo ofrecían. Nos arrepentimos un poco de haberlo pedido porque con el segundo plato venían patatas ya de por sí, y nos privamos de probar el salmorejo que pintaba muy bien.

Poco se puede reseñar de unas patatas con huevo, pero sí que hay que decir que estas eran caseras (no congeladas) y la yema del huevo estaba líquida, tal como nos gusta.

Patatas con huevos.

El tercer primer plato del menú de adulto (aunque era para nuestro hijo de diez años) se trataba de los espaguetis del chef. Un plato de pasta sorpresa, puesto que no sabíamos qué ingredientes llevaba ni nos lo dijeron, compuesto de verduras y pollo especiado. Todo hay que decirlo, con muy buen sabor.

Espaguetis del Chef.

Al terminar los primeros platos, hubo un detalle que nos gustó mucho. Se nos acercó una de las camareras y, justo antes de acabar, nos preguntó si queríamos que fueran marchando los segundos. Un detalle muy bueno puesto que consiguen que ni se demore, ni se acumule en la mesa.

Casi todos los segundos platos eran a la parrilla. Muy sencillos pero con buen género y un punto de la carne muy bueno, al igual que la cantidad de sal.

Empezaremos por el secreto ibérico a la parrilla. No se puede decir gran cosa, sino que era muy jugoso en boca y, como ya hemos dicho, muy bien ejecutado.

Secreto ibérico a la parrilla.

El siguiente en marchar fue el churrasco de ternera a la parrilla. Aquí podríamos duplicar lo mencionado en el anterior plato. Tanto este como el otro y el siguiente, venían con una salsa para la carne con un sabor muy bueno y un toque picante, lo que hacía que fuera un gran acompañamiento.

Churrasco de ternera a la parrilla.

El último segundo plato se trataba de pechuga de pollo a la parrilla. Muy bien hecha pero sin estar seca. De los tres segundos era el que más cantidad tenía pues parecía ser una pechuga entera.

Pechuga de pollo a la parrilla.

Habiendo acabado, dimos paso a los postres. Los dos niños optaron por la tarrina de helado mientras que los adultos probamos el pudin, acompañado de nata.

Tarrina de helado.
Pudin con nata.

El precio no nos sorprendió puesto que al ser menú ya estaba establecido, pero si se puede comparar con la cantidad y calidad, cabría mencionar que es correcto.

Ticket del Restaurante El Mirador de Europa.

¡Ojo! En el menú se incluye una bebida y las que aparecen en el ticket son las que pedimos de más.

RESUMEN

Se trata de un restaurante muy grande y espacioso con una buena localización. Pese a que está en el interior de un lugar turístico y que las expectativas no eran muy altas, hay que decir que estuvimos satisfechos con la comida y con la atención recibida pues aunque estuviera todo lleno, lo cierto es que no nos sentimos desatendidos en ningún momento y estaban muy bien organizados. La comida no era elaborada, pero sí muy rica en sabor y con buena carne.

¿TE HA GUSTADO ESTE POST? QUIZÁ TE INTERESE…

La Almazara Restaurante (Ciempozuelos).

123 WOK (Madrid).

Restaurante El Calderico (Consuegra).

Deja un comentario