Localización: Aquí.
| ACTUALIZACIÓN (Marzo 2022) Este lugar ha cambiado de sitio (actualizado en el enlace de la localización) y ha perdido parte de su encanto, pues ha quedado reducido a un comedor de hotel con escasa decoración. Eso sí, la comida sigue siendo de la misma calidad y cantidad ya que el cocinero sigue siendo el mismo. |
Con ganas de ir a un restaurante mexicano y hacer feliz a uno de nuestros hijos, pues llevaba mucho tiempo queriendo ir a uno <<de verdad>>, decidimos darle la sorpresa y buscar uno que tuviera unas críticas mínimamente decente y no acudir a lo fácil, una franquicia.
Buscando por internet dimos con uno que no parecía estar mal y que la comida recibía muy buenas críticas, de modo que decidimos ir a este sito en la Calle Santa Lucía, 3 de Fuenlabrada.
Lo primero que hay que mencionar es que para aparcar has de ir un poco más hacia el centro e intentar buscar aparcamiento sobre la zona del ayuntamiento y Fuenlabrada Central ya que este restaurante se encuentra en una calle bastante estrecha y sin lugar para aparcar.
Cuando puse el GPS para llegar andando desde donde dejamos nuestro coche hasta la puerta del local nos sorprendió que casi nos lo pasamos de largo. Desde fuera se ve pequeño (no mayor que un pequeño bar de barrio) y con una fachada ligeramente llamativa.
Una vez dentro uno se percata de varias cosas; es un lugar pequeño al que algunos pueden llamar <<acogedor>>; no tiene un salón grande como comedor, ni mucho menos; y, si eres de los que les da un poco de miedo el coronavirus es posible que puedas llegar a entrar en pánico pues la distancia, si se respeta, es al milímetro.
Pero una vez te sientas todo cambia, puesto que empiezas a observar la decoración con detenimiento y compruebas que estás viajando al mismísimo México. Frida Kahlo o Cantinflas son dos de las figuras muy presentes en la decoración, además de otros muchos elementos que impregnan el local, seguido de una música de ambiente que te introduce de lleno en el país americano.
Seguidamente nos atiende una camarera. Hay que hacer hincapié en lo de <<una>>, porque parece estar solo ella. Eso sí, muy amable, servicial y trabajadora pues está en todo momento haciendo cosas y atendiendo a los clientes. Es curioso este punto pues en numerosos locales en los que el personal está hasta la coronilla de los comensales, tienden a ir de un sitio a otro como si llevaran anteojeras de caballos para evitar ser llamados y poder así atender de uno en uno. Pero lo que es cierto es que esta camarera era perfectamente capaz de atender a todos, coger al vuelo pedidos, traerlos y después no descuadrar en la comanda.
Al estar ya sentados comenzamos con la carta. Los precios son bastante ilegibles y esta parece haber sido modificada numerosas veces <<sobre la marcha>> en lugar de hacer una nueva. Se podría decir que sabíamos lo que pedíamos pero no el precio.
Dado que éramos cinco, pedimos cinco platos individuales (aunque después todos probamos de todo) y… ¡cómo no! unos Nachos con Chorizo y Queso para el centro.
Este plato fue maravilloso. Hemos comido muchos nachos de muchos sitios, tanto restaurantes mexicanos como de otro tipo, pero estos eran espectaculares. Esto es, en parte, debido a que los nachos no son los clásicos <<Doritos>> de bolsa donde le echan un poco de queso por encima para que se funda en el microondas, sino que es contundente y los nachos tienen un sabor algo diferente… es decir, no saben a <<Doritos>> (con todo nuestro respeto a este tipo de patatas que están buenísimas). El chorizo está presente y le da un toque espectacular.
Con esto y unas bebidas fuimos abriendo boca pero, con muy buena vista, vino casi a la par que el plato de la más pequeña. La que más tarda en comer y no come de todo… un plato de Choriqueso.
Hay que mencionar que este plato venía con unas tortillas en una cazuela aparte y tapadas. El sabor era inconfundible. No engañaríamos si dijéramos que la pinta era espectacular y desde el principio todos decidimos atacar un poco al plato.
Un poco más tarde, pues sí es cierto que tardaban más de lo deseado, empezaron a llegar los platos. Lo bueno es que llegaban de manera escalonada sin excesiva diferencia de tiempo entre un plato y otro lo que hacía que esperar a todos para comer no se convirtiera en algo incómodo.
Intentaremos ponerlos por orden de llegada… El primero, los Burritos Norteños. Un plato bastante contundente con mucho relleno (no te da la sensación de estar comiendo solo tortilla de maíz) y algo picante. Un toque, para nuestro gusto, ideal y en su punto. Estos constaban de ternera, pimientos, cebolla y bañado con tres salsas bien diferenciadas.
El siguiente en llegar fue la Enchilada Mole; rica, con toque picante y un sabor un tanto desconocido hecha de varios chiles y chocolate… sí, chocolate. Es cierto que al principio dudábamos un poco de esa mezcla, pero pronto nos dimos cuenta de que se trataba de algo muy interesante. Lo que en la foto parece quemado, NO lo es… se trata del chocolate.
Al que le guste el queso va a disfrutar muchísimo con estos platos, pues están bien cargados. No es como en multitud de restaurantes en los que se aprecia, literalmente hablando, un poco de queso rallado por encima casi sin fundir… sino que aquí el queso está perfectamente presente.
Pero vamos con el siguiente plato; uno de los más ricos y quizá <<plato estrella>> o podría serlo. El Pollo Charro, que hace mención al nombre del restaurante. Se trata de una bola de arroz mexicano en un lateral con pollo impregnado de una salsa hecha de mantequilla y chiles. Un sabor suave con un ligero toque picante de fondo pero sin ser pesado para los menos acostumbrados.
Y, por último, una Enchilada Verde… algo picante pero no en exceso y, como todos los platos, bastante generoso de cantidad. Una enchilada hecha a base de pollo, salsa verde y queso.
Para finalizar tocaba el último plato… la cuenta. Además de los seis platos y un total de siete bebidas, vino una sorpresa… el precio. Lo cierto es que habiendo visto la cantidad de los platos y la calidad que tenían pensamos que quizá la cuenta sería un poco más abultada, pero nada más lejos de la realidad. El monto total ascendía a 72 €.
RESUMEN
Vaya por delante que no somos expertos en comida mexicana y lo que valoramos únicamente es lo que vemos y el sabor de los platos. La experiencia fue bastante buena. El local es bastante pequeño, eso sí, y el lugar donde se ubica un tanto escondido, pero es un sitio recomendable para ir con la familia. Nosotros éramos cinco y cupimos bien, pero justo al lado se sentaba un grupo de seis y estaban bastante apretados. Imagino que el buen hacer del personal del local sabría distribuir mejor el espacio en caso de grupos más grandes aunque eso, de momento, no se puede dar.
El sabor de los platos estaba muy bien y daba la sensación de estar comiendo ingredientes de calidad y platos muy caseros.
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Trattoria Pizzería Noi Del Sud (Fuenlabrada).
